La empresa de bebidas responsable y sostenible MiiR demuestra que las pequeñas medidas de acción climática generan grandes recompensas
Para las empresas que están indecisas sobre las iniciativas de acción climática, la marca de vasos de acero responsable MiiR ofrece su propia perspectiva: «La mitigación del cambio climático es una decisión financiera acertada», sostiene Devon Richardson, gerente de Sostenibilidad y Donaciones de la empresa. «En la mayoría de los casos, se obtiene un retorno de la inversión y existe un enorme potencial para acceder a nuevos mercados y generar una lealtad del cliente que perdure durante las crisis económicas y una mayor competencia».
Los datos muestran que los cambios en la eficiencia energética pueden ayudar a las empresas a reducir las emisiones generales y los costos operativos. Si a esto le sumamos las amenazas financieras del cambio climático (desde olas de calor sin precedentes que tensionan las cadenas de suministro hasta nuevos patrones climáticos que cambian el estilo de vida de los clientes), es fácil entender por qué MiiR, miembro del SME Climate Hub, considera la acción climática como una estrategia comercial beneficiosa para todos. «Los costos de todo están aumentando como resultado de los efectos físicos del cambio climático y amenazan con afectar a toda la economía», afirma Richardson.
Desde su lanzamiento en 2010 en el noroeste del Pacífico, MiiR se convirtió en miembro con certificación B Corp, se unió a 1 % for the Planet, a través del cual la empresa dona al menos el 1 % de todas las ganancias a causas ambientales, y obtuvo la certificación de carbono neutral en 2019.
La trayectoria de sustentabilidad de MiiR demuestra que la acción climática da sus frutos, ya sea cultivando una nueva base de clientes o descubriendo innovaciones de productos que cambian el juego.
La colaboración crea cambios
Las empresas pueden lograr avances importantes en materia de sostenibilidad por sí solas, pero en opinión de Richardson, todos estamos en el mismo barco: un esfuerzo colectivo lleva a un cambio a gran escala. «Cuanto más se involucren las pequeñas y medianas empresas en la acción climática y la reducción de emisiones, más apoyo podremos generar, más políticas podremos influir y más demanda podremos crear para una acción climática positiva», afirma Richardson.
La idea de colaboración va más allá de trabajar en conjunto con pares de negocios. Según Richardson, una clave para el éxito de la acción climática radica en con quién se decide hacer negocios.
«Desde el inicio de MiiR, hemos ido trasladando progresivamente la mayoría de nuestros negocios a proveedores con los objetivos y el desempeño medioambientales más sólidos», afirma Richardson. «Elegimos proveedores que puedan brindarnos soluciones innovadoras a los problemas materiales y, a medida que buscamos materiales de menor impacto, proveedores que puedan trabajar con contenido reciclado y certificarlo».
Richardson señala que mantienen este estándar para sus socios de todo el mundo. «Todos nuestros proveedores en China están incorporando instalaciones de paneles solares y concentrándose en la eficiencia energética, ya que la red eléctrica en China ha sido impredecible. Realizar estas inversiones les ha ahorrado tiempo y dinero, y pronto se amortizarán”.
Acción climática: una estrategia empresarial sólida
El cambio climático puede traer riesgos comerciales, pero con ello vienen oportunidades, algo que muchos miembros del Centro Climático para PYMES han aprendido de primera mano. Para MiiR, la acción climática condujo a importantes innovaciones de productos y a la exposición a una nueva base de clientes.
«A través del proceso de medición, establecimiento de objetivos y presentación de reportes, nos hemos vuelto mucho más hábiles con los datos», afirma Richardson. «Nos ha brindado la oportunidad de descubrir mucha información útil que hemos aplicado a nuestro diseño e innovación, operaciones comerciales e incluso mensajes clave».
Un área clave de innovación: la selección de materiales. «Estamos tomando decisiones sobre materiales, componentes, formas y diseño de productos para que sean lo más duraderos y sencillos posible y así garantizar un reciclaje directo al final de la vida útil de cada producto», afirma Richardson.
Durante la trayectoria de acción climática de MiiR, la marca también ha cultivado una base de seguidores leales, tanto de clientes existentes como nuevos. «Hemos generado más confianza con nuestros consumidores existentes y hemos atraído a una nueva audiencia de consumidores conscientes, así como a socios de marca alineados con nuestra misión», afirma Richardson. «Tomar medidas concretas para reducir nuestras emisiones y ser capaces de articular de manera auténtica nuestros objetivos climáticos (y el progreso hacia ellos) ha generado grandes resultados comerciales».
Establecer objetivos de reducción de emisiones y mantenerlos
En 2019, MiiR obtuvo la certificación Climate Neutral; esta certificación significa que MiiR se compromete a medir y compensar su huella de carbono. La empresa está trabajando para alcanzar el objetivo de cero emisiones netas en 2030. Los objetivos de reducción de emisiones para lograrlo incluyen:
- Reducir el flete aéreo a menos del 10 % del total de la carga.
- Reducir y eliminar todos los plásticos y materiales vírgenes de los envases, y
- Transicionar hacia un mayor porcentaje de plásticos PCR en los productos.
Richardson dice que las principales emisiones de la empresa provienen de los materiales de los productos (principalmente acero inoxidable), además de la energía y el combustible necesarios para la producción. Han identificado estas áreas de mejora y ya están haciendo grandes avances.
«Trabajando dentro de las limitaciones específicas del mercado internacional, estamos haciendo todo lo posible para realizar la transición hacia materiales PCR y PIR», dice Richardson. «En lo que respecta a la eficiencia energética y de los proveedores, estamos trabajando con ellos de forma independiente y en asociación con otras marcas de vasos para reducir las emisiones a nivel de fábrica y evaluar la eficacia de fuentes de energía renovable adicionales».
El potencial de reevaluar estas prácticas comerciales, desde los socios de fabricación hasta los materiales utilizados, puede ser monumental. «Podríamos reducir a la mitad nuestras emisiones simplemente haciendo la transición a materiales reciclados», afirma Richardson.
Richardson sostiene que el SME Climate Hub es clave para ayudar a MiiR a alcanzar su objetivo de cero emisiones netas de aquí a 2030.
«El marco del SME Climate Hub hace que la medición, la elaboración de reportes y el establecimiento de objetivos sean increíblemente fáciles», afirma Richardson. «Decidimos adoptar el compromiso climático para pymes para alinearnos con empresas con ideas afines y ayudar en la construcción de nuestro plan de acción específico para la empresa para reducir las emisiones comerciales».
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